COMO MANDA LA TRADICIÓN
Un Atlético valiente y ambicioso, con Torres estelar, superó al Barcelona por segunda vez en la temporada. Los de Rijkaard no pudieron batir la marca de victorias consecutivas en Liga del Real Madrid
Nunca estuvieron los aficionados madrileños tan unidos y esperanzados; los del Atleti, porque el Camp Nou siempre se da bien, y los del Madrid, porque una derrota del Barça restaría la diferencia de puntos y la remontada podría dejar de ser sólo una ilusión. Y se cumplieron los deseos de ambas aficiones. Todos contentos.
Pepe Murcia es tipo valiente. El Atleti, fue un equipo valiente. Avisó el técnico cordobés que llegaría al Camp Nou en busca del partido, de la victoria, y su alineación, con cinco jugadores ofensivos, no dejaba ningún lugar a la duda.
Con el Atlético presionando muy arriba, el Barça se quedó demasiado lejos de la zona donde resulta mas peligroso y, lo que es peor, tardó casi media hora en acercarse con cierto peligro a la portería de Franco; una vez más, a balón parado, el gran problema del Atlético esta temporada.
Todas las miradas estaban puestas sobre Fernando Torres, un futbolista que siempre encuentra la inspiración en el Camp Nou. Comenzó bien el “Niño”, muy enchufado, pegándose con Puyol, creando peligro, sobre todo por la banda derecha. Y le anularon un gol por un fuera de juego que no existía.
Seguía el Barcelona ausente, poco inspirado, incapaz de atravesar la presión adelantada de los atléticos. Y en esas que apareció Torres, y no con una de sus clásicas galopadas; el gol le vino caído del cielo, en un mal despeje de la Gabri y Márquez que dejaron el balón en el punto de penalti listo para que algún avispado lo enchufase.
Se volvía a cumplir la tradición. Ganaba el Atleti en el Camp Nou, con gol de Torres, y el Barcelona parecía preso de una especie de maldición que le congela cada vez que el Atlético pasa por Barcelona.
Adiós al récord de victorias
Rijkaard quería cambiar el destino del partido. Como fuera. Salieron Giuly y Ezquerro; Messi se quedó en la caseta con un pinchazo en el muslo. Pero lejos de arrimar al Atlético en su área y presionar en busca de la remontada, los azulgrana se encontraron con un nuevo sopapo de los de Pepe Murcia; veloz galopada de Petrov, que se fue de Oleguer como el porche que adelanta a un seiscientos, pase al área pequeña y Maxi, reencontrado con el gol, que no perdonó ante Víctor Valdés.
No especuló el Atlético. No dio un paso atrás a pesar de tener el resultado a favor y pese a la presión del Barça, que recuperó algo de empuje en ataque a base de casta, algo bastante raro en el equipo de Rijkaard. Menos mal, para el Barça, que aún le quedaba algo de calidad, la que puso Iniesta, que en una estupenda jugada dejó a Larsson franco frente a Franco para marcar un gol que concedía cierta esperanza.
Pero este Atlético no se arredra, es atrevido, osado, aunque delante tenga al mismísimo líder de la competición, al equipo colmado de elogios que, anoche, dobló la rodilla ante el empuje, la fe y las ganas del cuadro rojiblanco.
Petrov envió un misil al larguero en un estupendo lanzamiento de falta. Y luego, Torres, que no falla ante el Barcelona, que es ver una camiseta azulgrana y convertirse en Van Basten, culminó su gran noche, otra más, con el tercero, su segundo, su séptimo al Barcelona. Como manda la tradición
PD:Y YA ESTAMOS A 10 DEL BARCELONA JAJAJAJAJAJA Y LA SEMANA QUE VIENE ESTAREMOS A 7 PORQUE EL VALENCIA GANARA